Una nueva Ley de Aguas Nacionales, debe dar mayores facultades a municipios: CEDRSSA


Señala que es fundamental diseñar e implementar mecanismos que aseguren la transparencia de las concesiones, disponibilidad y extracciones en tiempo real

Boletí­n N°. 1941


Una nueva Ley de Aguas Nacionales, debe dar mayores facultades a municipios: CEDRSSA


El Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberaní­a Alimentaria (CEDRSSA) de la Cámara de Diputados planteó crear una nueva Ley de Aguas Nacionales, que dé mayores facultades a las cabeceras municipales de los estados, dado que ahí­ se conocen las deficiencias reales en el suministro de agua. 

Mencionó que es fundamental diseñar e implementar mecanismos que aseguren la transparencia de las concesiones, disponibilidad y extracciones en tiempo real que permitan saber el grado de sostenibilidad que tienen los acuí­feros y mantos subterráneos.

En el documento "El manejo del agua con equidad"“, el CEDRSSA precisó que es necesario reciclar las aguas residuales procedentes de la industria y de uso municipal para emplearlas en procesos industriales o de refrigeración, ya que así­ se optimiza la aplicación del lí­quido.

México, destacó, enfrenta grandes desafí­os por la sobreexplotación de los acuí­feros, la escasez de agua superficial, el desperdicio, el desarrollo socioeconómico y la falta de conciencia social sobre el cuidado del agua.

La agricultura es la principal usuaria, pero a la vez se le considera su principal contaminadora, debido al vací­o en las polí­ticas públicas con enfoque agroambiental que establezcan medidas que sirvan de control y monitoreo. Entre los sectores que generan más cargas contaminantes se encuentran la ganaderí­a, la porcicultura y la producción de leche.

Además, prevalecen en el paí­s desigualdades en el acceso al agua; mientras unas regiones la tienen por doce horas, hay poblaciones lejanas que únicamente acceden a ella durante tres horas por mes, ante el desví­o del agua de ciudades urbanas hacia usos comerciales, residenciales o turí­sticos.

El CEDRSSA subrayó que México requiere mayor infraestructura y gran cantidad de rehabilitaciones, porque la falta de mantenimiento produce fugas, provocando pérdidas significativas de agua, que podrí­a ser utilizada para consumo humano.

Alrededor de 2.5 millones de mexicanos no tienen acceso al agua, lo que genera enfermedades, deserción escolar, rezago, y por consiguiente, pobreza, sostuvo.

Detalló que mientras Islandia ocupa el primer lugar en disponibilidad de agua renovable, con más de medio millón de metros cúbicos al año por cada habitante, México tiene tres mil 656 metros cúbicos per cápita, ocupando el lugar 94 entre los paí­ses de mayor disponibilidad a escala mundial.

Las zonas centro y norte de México son, en su mayor parte, áridas o semiáridas: los estados norteños, por ejemplo, apenas reciben 25 por ciento de agua de lluvia. En el caso del sureste (Chiapas Oaxaca, Campeche, Quintana Roo, Yucatán, Veracruz y Tabasco) es lo contrario: reciben casi la mitad de lluvia (49.6 por ciento). En el sur también llueve mucho, no obstante, sus habitantes tienen menor acceso, pues no cuentan con los servicios básicos, como agua entubada dentro de la vivienda.

México se ubica en el séptimo lugar mundial en extracción de agua, destinando la mayorí­a a la agricultura (76 por ciento), muy poca para las actividades industriales (9.6 por ciento) y el restante 14.4 por ciento hacia el abastecimiento público.

De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua, el 57 por ciento de este lí­quido se pierde en evaporación y por la ineficiente infraestructura de riego. La superficie irrigada es de 6.3 millones de hectáreas que aportan el 42 por ciento de la producción agrí­cola. Las pérdidas por filtración y evaporación ascienden a más de 60 por ciento de agua almacenada y distribuida para fines agrí­colas.

En el paí­s se tienen aproximadamente 50 mil 735 unidades de riego, de las cuales no se dispone de información detallada sobre usuarios, superficies, patrones de cultivos, estadí­sticas de producción agrí­cola y volúmenes de agua utilizados.

Se estima que la producción agrí­cola tendrá que aumentar en un 70 por ciento para 2050, teniendo una función fundamental para la seguridad alimentaria mundial. Por ello, es importante planificar un mejor desempeño de las polí­ticas públicas implementadas, así­ como un eficiente desempeño institucional y presupuestal.

El CEDRSSA indicó que son diversos los retos en materia de gestión del agua, sobre todo de prevención y sostenibilidad ambiental, para que con un presupuesto programado y bien enfocado a los derechos humanos pueda existir distribución equitativa, uso óptimo, sostenibilidad en las cuencas, perspectiva de derechos humanos que permita hablar de cobertura universal, prevenir los efectos del cambio climático y fortalecer la cultura del cuidado, evitando la contaminación y sobreexplotación de los mantos acuí­feros.


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